Preparando la Comunidad, después del verano.

Volvemos de un merecido descanso vacacional, además especialmente deseado, después de un periodo de privaciones y restricciones en nuestra movilidad por el Covid-19.

Es en este momento donde los órganos de gestión de las Comunidades de Propietarios deben planificar los posibles riesgos que puedan surgir en los elementos comunes de cara al periodo invernal.

Quiero hacer referencia a las tareas a realizar de forma obligatoria que se encuentran reguladas en el libro del edificio de la Comunidad, (este documento es obligatorio en todas aquellas edificaciones que se han realizado a partir del año 2000).

El Libro del edificio, aparte de los planos, proveedores, planes de emergencia, calidades de los materiales, marca de forma muy concreta las labores de mantenimiento que se han de realizar al objeto de que el edificio se encuentre siempre en perfecto estado de conservación.

Así en estas fechas es el momento de comprobar el estado de cubiertas, estado de los canalones, sumideros, desagües, alcantarillado interior… y más cuando a principios del presente año tuvimos una triste experiencia con la tormenta filomena, que produjo humedades, derrumbamientos y desperfectos importantes, todas ellas debidas a una situación excepcional.

Queremos recordar que los seguros cubren las incidencias no previsibles que sucedan, o los riesgos extraordinarios; así si un canalón no tiene una limpieza adecuada y se emboza, es previsible que cause daños por filtraciones, ante esta situación la comunidad tendrá que hacerse cargo del gasto por no haber efectuado una correcta labor de mantenimiento.

Pero el origen de esta información es informar a los responsables de las Comunidades, que en el libro del edificio se especifican una serie de tareas de mantenimiento, pues incluye un apartado denominado INSTRUCCIONES GENERALES DE OPERACIONES DE MANTENIMIENTO , en el que elemento por elemento se especifican desde las posibles tareas diarias hasta las que se han de realizar con una periodicidad concreta.

Pero además de las obligaciones de mantenimiento que se expresan en el libro del edificio también habla de las prohibiciones o las acciones que no se pueden realizar según las diferentes instalaciones, como ejemplo en un caso concreto de un edificio prohíbe en caso de un desatasco la utilización de agua a presión.

Las instrucciones de mantenimiento están adaptadas a los materiales y técnicas constructivas que ha establecido la dirección de la construcción.

Es obligación de todos los propietarios el cumplir las instrucciones emanadas del libro de mantenimiento, al objeto de cumplir el buen fin de preservar siempre el edificio en perfecto estado de conservación.

En el libro de Edificio también se establece un registro de los proveedores que han realizado las diferentes tareas al objeto de demostrar la debida ejecución de las tareas planificadas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *